Cuatro asociaciones de vecinos presentaron una moción ante la subida del IBI

DURANGO.- La presión de cuatro asociaciones vecinales obligó ayer al pleno del Ayuntamiento de Durango a debatir ayer por quinta vez el incremento del IBI para 2017.
En esta ocasión la presión vecinal de los barrios de Aramotz, San Fausto y Casco Viejo, quienes solicitaron a las fuerzas políticas locales una nueva revisión de los valores catastrales. Según destacaron ayer “no es lógico que el metro cuadrado en Ezkurdi, siendo el centro de la localidad con más servicios cueste 749 euros y sin embargo, el metro cuadrado en el casco histórico valga más de 1.000 o que en los barrios más antiguos y alejados del centro urbano, como San Fausto o Aramotz se haya calculado sobre los 869 euros el metro cuadrado”
Por ello, en base a un escrito presentado ayer, estos vecinos cuestionan las formas en las que se han obtenido los valores catastrales por los cuales se han calculado el IBI -Impuesto de Bienes Inmuebles-. “Según el artículo 28 de la norma foral, los valores catastrales se modificarán, de oficio o a instancia de la entidad local correspondiente, cuando el planeamiento urbanístico u otras circunstancias pongan de manifiesto diferencias sustanciales entre aquellos y los valores de mercado de la mayoría de los bienes inmuebles”, recalcaron.
Nueva Ponencia
Por todo ello, con el respaldo de EH Bildu, Herriaren Eskubidea y PP y la abstención del PNV y PSE, pedirán a la Diputación de Bizkaia una nueva ponencia de los valores para Durango, haciendo hincapié en los barrios de Aramotz, San Fausto y Casco Viejo. “Las valoraciones que se han hecho ahora no tienen ni pies ni cabeza, han provocado grandes dolores de cabeza a muchos vecinos, ya que el IBI tiene una subida desproporcionada e injustificada en algunos casos”, remarcaron. “Lo que nos llama la atención es cómo se ha llegado a calcular ese IBI, en base a una zonificación fijada en una ponencia de valores en la que participó este ayuntamiento”, añadieron.
Desde Herriaren Eskubidea agradecieron la valentía de los vecinos a la hora de presentar el escrito y solicitaron a la administración local que después de siete meses debatiendo este asunto “se escuchen las palabras de las asociaciones y se de una salida al problema”.
“Llevamos más de cuarenta años sin calcular los valores catastrales y debemos hacer las cosas bien para que, por lo menos, si volvemos a estar tantos años sin una nueva revisión, que los cálculos sean proporcionados y ajustados a la realidad”, señalaron desde las filas de EH Bildu.