La obra se representará este próximo miércoles, jueves y viernes en la plaza de Santa Ana

DURANGO | Todo está listo para que, un año más, la plaza de Santa Ana, acoja la representación de la Pasión de Durango en su 30 aniversario. Esta semana acudían a DOTB, Susana Alarcón, presidenta de Juan de Iciar, organizadora del acto, Izaskun Astondoa, que representará a María y Josune Goienetxea, director de la obra. «Esperamos que salga bien, que la gente responda, que quien venga a ver se vaya contento y después pondremos todas las ganas para que la Pasión siga más años, nuestra ilusión es seguir con esta representación, con gente renovada», confesaba Alarcón, «Nadie ha dicho que el año que viene no se va a hacer, si hay otros 30 años mejor, aunque haya comentarios de que este será el último año», añadía en la entrevista Goienetxea.
«Nadie ha dicho que el año que viene no se va a hacer, si hay otros 30 años mejor»
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Uno de los actos más emblemáticos de la Semana Santa. La obra se representará en la Plaza de Santa Ana los días 16, 17 y 18 de abril, a las 21:00 horas, y contará con la colaboración de la Asociación Cultural Juan de Itziar, el Ayuntamiento de Durango y la Diputación Foral de Bizkaia.
Este evento comunitario, que no solo es una representación teatral, sino un reflejo del trabajo colectivo, contará con una renovada dirección bajo la batuta de Susana Alarcón y Josune Goienetxea. Ambas asumen este año el relevo en la gestión artística de la obra, que mantiene su esencia tradicional, pero incorpora una nueva mirada. Además, los actores principales, Markel Ganboa (Jesús) e Izaskun Astondoa (María), repetirán en sus papeles por un año más, reafirmando la continuidad de este acontecimiento cultural.
La Pasión de Durango destaca por su participación activa de más de 120 personas, tanto actores y actrices como colaboradores detrás de las cortinas, quienes cada año se entregan a fondo para dar vida a los últimos momentos de Jesucristo, desde su entrada a Jerusalén hasta la Ascensión. En esta edición, el evento incorporará las nuevas generaciones, quienes asumirán papeles relevantes, y se presentará una escenografía más moderna que facilitará el montaje y ofrecerá una experiencia visual única para los asistentes.
La obra ha experimentado un notable crecimiento en popularidad desde la pandemia, alcanzando en ediciones anteriores el cartel de «no hay localidades», lo que refleja el apoyo de la comunidad y la emoción que genera cada representación. La implicación y el trabajo de las personas voluntarias han sido clave para mantener viva esta tradición, garantizando la calidad y la emoción de cada representación.