Las ventas mantienen el nivel de las ediciones anteriores
DURANGO.- Una vez más, la Euskal Denda se ha convertido en un referente para los amantes de la artesanía. Un total de 28.232 visitantes han entrado en la plaza del mercado de Durango, para disfrutar con unos profesionales que se dejan la piel en cada una de sus obras. Un éxito de público, que se ha visto avalado, en las compras, pues quién más y quién menos algo se ha llevado para casa.
A nivel de datos, pudiera parecer que no se ha rebasado el éxito obtenido la pasada edición, cuando se llegaron a las 33.681 personas, “pero hemos de tener en cuenta que, el año pasado, hubo un día más de feria. Estamos convencidos de que si hubiera tenido las mismas jornadas de celebración, hubiéramos superado ese récord”, apostillaron desde Arbaso, organizadores de este evento. Durante los cuatro días que se ha prolongado esta cita multitudinaria con la artesanía las visitas han sido constantes. De ahí que en el tema de la seguridad se haya sido rigurosísimo. “Hemos cumplido con el aforo de 506 personas en el recinto en todo momento”, y apuntaron que “cada vez que se iba a cubrir el cupo de personas permitidas en el interior, cerrábamos el acceso a los visitantes y hasta que no se vaciaba un mínimo de 60 personas, no se dejaba libre el acceso a otras tantas”. Esa circunstancia ha hecho que, en ocasiones, hubiera largas colas de entrada en la feria, “que la gente haya hecho esas colas, que nadie haya protestado y que sigan siendo fieles a la Euskal Denda es nuestro mejor regalo y nuestro mejor premio”, destacaron desde Arbaso.
La afluencia de público también ha redundado en las cifras de ventas. “Desde luego depende del gremio, hay quien ha vendido más y quien ha vendido menos, pero aquel que ha venido ha gastado. Todos los visitantes se han llevado algo de la Euskal Denda y con ello una parte de los artesanos”, contaron desde Arbaso, que destacaron, asimismo, que “somos ya un referente, la gente se acerca con ganas de comprobar las novedades y también la propia evolución de los artesanos”.
Ahora Arbaso tiene ya la mirada puesta en la edición número 25, cuando se cumplirán las bodas de plata. En este tiempo seguirá con la búsqueda de nuevos caminos para fomentar la artesanía tradicional, desde Arbaso afirmaron que “continuaremos apostando por poner en valor a nuestros artesanos y, para ello es importante demostrarlo “in situ”. Quizá en eso radique el valor principal de la Euskal Denda, que el visitante ve trabajar a los artesanos y descubre realmente el valor que tiene lo que está expuesto”.
