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La autovía Gerediaga-Elorrio cumple seis años desde su apertura

Una carretera que ha logrado sacar a miles de vehículos de la BI-3336, antigua N-636, y convertir la vía en travesia urbana

El pasado agosto de 2016 se abrió la autovia Gerediaga-Elorrio FOTO: DFB

ABADIÑO |  Hace seis años, el 8 de agosto de 2016, entre las nueve y diez de la mañana se abría al tráfico la nueva autovía que une Gerediaga y Elorrio. 6,4 kilómetros, dos carriles en cada sentido y tres túneles que conectan las localidades de Abadiño, Atxondo y Elorrio, en algo más de cinco minutos,para hacer los ocho kilómetros. Un infraestructura que fue adjudicada por 250 millones de euros más IVA en mayo de 2012.

Desde aquel 2016 han pasado seis años y esta via ha logrado sacar a miles de vehículos que saturaban la carretera, actual BI-3336, a la altura de Zelaieta y Muntsaratz, en la localidad abadiñarra y también en Atxondo. Una autovía, la N-636, que ha tenido un buena acogida en estos años y que supuso una oportunidad para que los mandatarios locales pelearan por convertir la anterior carretera, BI-3336, en una travesía urbana, más amable para el peatón y sobre todo más segura y sostenible.

Así los ayuntamientos de Abadiño y Atxondo comenzaron sus negociaciones con la Diputación para impulsar sendos proyectos que posibilitaran que este vía se integrara en ambos municipios, con aceras en ambos lados de la vía, pasos elevados para aminorar la velocidad y rotondas que eliminarán varios puntos peligrosos, como el cruce de Muntsaratz e Irubide.

El primer municipio en dar por finalizados los trabajos ha sido el Ayuntamiento de Atxondo. Hace unos días finalizaban las obras que comenzaron a principios de año y que han supuesto un desembolso de algo más de 716.000 euros, sufragados por el ente foral. Fue en el pleno de julio del año pasado cuando el pleno municipal daba luz verde a este esperado proyecto con un presupuesto de 800.000 euros. Y es que tras muchos años de negociaciones el actual Equipo de Gobierno del PNV lograba dar una solución integral a uno de los cruces peligrosos de la localidad, dotando de una rotonda en Irubide que refuerza una seguridad más sostenible tanto de los peatones como del tráfico.

Mientras los atxondotarras disfrutan de nuevos paseos más seguros después de haber integrado la antigua carretera en una travesía urbana, sus vecinos de Abadiño tendrán que espera unos mees más. Y es que aunque las obras comenzaron unos meses antes, el tramo en el que se están ejecutando los trabajos superan los dos kilómetros de trazado y eso conllevará a que su finalización se alargue unos meses más. Una actuación que cuenta con un presupuesto de dos millones de euros, de los cuales 1,1 han sido sufragados por la Diputación de Bizkaia.

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