La abadiñarra Bego, afincada en Durango, recupera sus décimos gracias a Cristina

DURANGO | La honradez de la dueña de un bar, un sobre con siete décimos para el sorteo de Navidad y el disgusto de una persona que se siente responsable de perder ese sobre que en cierta medida guarda la ilusión y la esperanza que cada año por estas fechas despierta el 22 de diciembre. Podría ser la sinopsis perfecta del anuncio de la Lotería de Navidad, pero sin ficción, ya que los personajes y la historia son reales y ha pasado en Durango. “Perdí siete décimos de Lotería de Navidad que me había encargado una excompañera de trabajo y cuando fui a denunciar los hechos, la Ertzaintza me confirmó que alguien los había entregado días atrás. Es un gesto de honradez que agradezco muchísimo y una historia que merece la pena compartir”, relata a DOT la abadiñarra, afincada en Durango, Bego Ziarsolo.
La otra protagonista de la historia es Cristina Balau, dueña y trabajadora del Lupetza, quien en un primer momento no se sorprendió al ver un sobre en el suelo. “No os podéis imaginar todas las cosas que la gente puede olvidar en un bar; carteras, móviles, llaves… y ese día en particular recuerdo que una clienta se dejó una botella de agua que había pedido en la barra y se marchó. Salí a la calle a buscarle y me fijé que en el suelo había un sobre, no sabía si era suyo o si ya estaba allí de antes, pero al abrir vi que había varios décimos de lotería. Pregunté a los clientes habituales sin decirles exactamente lo que había encontrado, esperé durante unos días por si alguien venía a reclamar, pero al no hacerlo decidí entregarlo en la Ertzaintza. No era mío y estaba claro que era para compartir porque eran muchos décimos”, relata sin dar demasiada importancia al gesto que tuvo.
Sin embargo, en la propia Ertzaintza le dijeron que “no era muy habitual que la gente entregara estas cosas, sino que se lo quedaban, pero yo tenía claro que eso era de alguien y no dudé ni un segundo”, explica Cristina sin poner cara todavía a la persona que perdió el sobre.
Bego, sin embargo, no olvidará el gesto de honradez de Cristina. “Cuando hablamos de estos temas siempre vemos la parte mala, que se pierde algo y que no se entrega, pero en este caso ha pasado lo contrario y agradezco muchísimo lo que ha hecho Cristina porque no sabía dónde había podido perder los décimos y cuando menos lo esperaba han aparecido porque ella los ha entregado”, explica la abadiñarra.
Con los siete décimos a buen recaudo, ahora solo falta que toque el Gordo y que esté en ese sobre. Una historia extraordinaria como son los esperados anuncios de la Lotería de Navidad.