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El tesón de un durangarra por poder vivir de la música

Juanjo Gil Barrera comenzará en septiembre sus estudios en el Conservatorio Superior de Navarra

Juanjo Gil Barrera, en una de sus actuaciones. 

DURANGO | A sus 47 años, el durangarra Juanjo Gil Barrera comenzará este próximo septiembre los estudios de música en el Conservatorio Superior de Música de Navarra (CSMN) en la especialidad de interpretación bajo eléctrico de jazz. Residente desde 2010 en el municipio cántabro de Meruelo “mi sueño es seguir tocando, disfrutar de la música y poder vivir de ello”, asegura ambicioso.

Defendiendo que “no hay que renunciar a lo que uno quiere por la edad”, Juanjo vivirá en un piso de alquiler compartido de lunes a viernes para acudir a clase y poder lograr su propósito. La pasión por la música le viene de familia. Y es que su padre, Sebastián, más conocido como Chan, es músico y desde niño le trasladó un sentimiento especial por este mundo. A los 30 años se marchó a vivir a Cantabria dejando su trabajo en una marmolería durangarra. Durante años fue uno de los integrantes de la Orquesta Anaconda, en la que se encargó de la dirección musical del grupo. Los problemas llegaron con la pandemia donde tuvo que compaginar su gran pasión con otros trabajos.

De momento, Juanjo sigue trabajando como técnico de sonido en una empresa cántabra y lo hará hasta el próximo mes de septiembre, momento en el que comenzarán las esperadas clases en Conservatorio Superior de Música de Navarra (CSMN). Allí coincidirá con la joven durangarra Eukene Cayado, que ha logrado una de las tres plazas que se ofertaban en la especialidad de Interpretación piano-jazz.

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