«El Obispado impuso dos condiciones el mismo día de la firma del convenio, un canon y el 50% de las entradas», señaló Neskutz Rodríguez

DURANGO.- Neskutz Ródriguez explicó en el pleno del pasado miércoles, respondiendo a una pregunta del PNV, sobre la apertura prevista de la torre de Santa Ana al turismo. Pero de momento parece que tendrá que esperar, porque según adelantaron fuentes del equipo de Gobierno, «días antes de firmar el convenio entre el Ayuntamiento de Durango y el Obispado, este último quiso introducir dos puntos más, uno de ellos el cobro de un canon – una cuantía que no se especificó en el pleno- y el 50 % de la venta de las entradas a la torre – previsto a 3 euros cada entrada». Según explicó Rodríguez, «lo acordado era que la administración local se haría cargo del mantenimiento, de las obras y de la limpieza, además de la oferta turística». Dos nuevas condiciones «impuestas por el Obispado» que hicieron que el equipo de Gobierno no llegará a firmar «primero porque no era lo acordado y por otro lado porque con el dinero público hay que ser transparentes, eficientes y que tenga impacto en el bien general, asi que de momento seguimos con las negociaciones», añadió Rodríguez.
20.000 EUROS.- Todo ello después de que el pleno durangarra aprobara en noviembre de 2020, 20.000 euros para acondicionar con el objetivo de poder abrir al público el Campanario de Santa Ana. «Además con la situación actual de la pandemia no consideramos urgente las obras del campañario, entendemos que hay cuestiones má simportantes en los que estamos trabajando como los gastrobonos, la nueva web turística y el nuevo plan sostible«, añadieron.
En el momento de las preguntas la portavoz Mireia Elkoroiribe criticó al equipo de Gobierno «por tener que conocer la situación de la iniciativa un año después de aporbar 20.000 euros para las obras y tras preguntar nosotros en el pleno y además en las explicaciones de hoy no nos han aclarado la cuantía del canon».
SIGLO XV.- La iglesia Santa Ana de Durango es un templo del siglo XV que fue ampliado en 1540 y en el siglo XVIII fue reconstruido. Constituye un notable ejemplo de la arquitectura sacra barroca. Es de planta herreriana y consta de tres naves y pórtico de pilastras en la parte norte y oeste. Su cabecera es cuadrangular, con los laterales ligeramente ochavados. Presenta algunas estancias auxiliares a los lados del presbiterio.
Actualmente en el espacio del altar mayor aparece un lienzo de grandes dimensiones. El óleo representa a Santa Ana con su hija y está firmado por el pintor bilbaíno Ramón de Elorriaga.