Añaden que «todos los valores referidos a los contaminantes contemplados se han mantenido en 2020 por debajo de los límites establecidos por la normativa»

DURANGO.- La evolución de la calidad del aire de Durango continúa mejorando año a año a lo largo de las últimas dos décadas, según los datos registrados en la estación de calidad del aire incluidos en el Informe Anual de la Calidad del Aire 2020 elaborado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, hecho público hoy miíercoles. El Informe Anual del Gobierno vasco de la Calidad del Aire concluye que «todos los valores referidos a los contaminantes contemplados para medir la calidad del aire en Durango se han mantenido por debajo de los límites establecidos por la normativa».
RESULTADOS.- El material particulado (PM10 y PM2,5), que es capaz de llegar a los pulmones donde puede causar inflamación y el empeoramiento de la salud de aquellas personas con enfermedades de corazón y pulmón, lo constituyen todas aquellas partículas cuyo diámetro es menor de 10 y 2,5 micrómetros (micras). «La estación de Durango recoge niveles similares o incluso menores de partículas PM10 a otros puntos urbanos de Bizkaia, cumpliendo desde hace unos años sobradamente los niveles límite establecidos en el Real Decreto 102/2011″, aseguran.
SOBRE EL BENCENO.- A finales del año 2017 se detectaron niveles muy localizados de benceno, superiores a los detectados en otros entornos de la CAPV en una campaña de medición realizada en una zona urbana donde conviven zonas residenciales con actividad industrial. Tras un «exhaustivo estudio de fuentes», se descubrió que el principal origen de benceno era la colada de fundición sobre modelo de poliestireno expandido. «Se informó de ello al Ayuntamiento de Durango, a Salud Pública, Osalan, a otras comunidades autónomas, a la Asociación Vasca de Fundidores, y a la población. Se trabajó en colaboración con las dos empresas de la zona que realizaban ese proceso y emitían benceno, quienes en un tiempo muy breve proyectaron y ejecutaron unas medidas correctoras, con una inversión de 1,7 millones de euros en conjunto, que se pusieron en marcha entre febrero y marzo de 2020», añaden.
Señalan que en noviembre de 2020 para comprobar la efectividad de las medidas, se inició una campaña de comprobación de los niveles de benceno con un laboratorio móvil en la misma ubicación en la que se detectaron los niveles de benceno, «comprobando que las emisiones por chimenea se han corregido, quedando pendiente las emisiones difusas de uno de los puntos localizados».
Los datos del primer periodo de medición concluían que las medidas adoptadas habían sido insuficientes por lo que con fecha 12 de febrero de 2021 se solicitó por parte de Gobierno vasco un nuevo Plan de acción que contemplase medidas adicionales en relación a las emisiones difusas.
El Gobierno vasco en agosto de 2021 decidió reforzar la comprobación de niveles de benceno con dos puntos más complementarios en las inmediaciones de la fuente «con el fin de verificar y delimitar la zona de impacto en relación a la zona residencial existente». El primer muestreo se realizó desde el 26 de agosto hasta el 22 de septiembre. Posteriormente se llevó a cabo otro muestreo que abarca el periodo de 19 de octubre al 11 de noviembre. «En ambos casos se han utilizado automuestreadores con tubos que se han llevado al laboratorio a analizar», puntualizan.
Según adelantan desde el departamento de Medio Ambiente, aunque no se disponen de todos los resultados por parte del Laboratorio de Salud Pública y no se ha emitido el informe de resultados final, «los valores que hasta el momento se han obtenido han sido en estos puntos por debajo de las concentraciones que recoge la UM7. Estas campañas siguen en activo».
Debido a las actividades industriales que ha soportado en el pasado y a la confluencia actual de diferentes empresas por ser cabecera de comarca, «Durango ha sido un punto estratégico de monitorización de la calidad del aire a través de la estación que se dispone en la escuela Zabalarra (calle San Roke) desde hace más de 20 años». La instalación de una estación fija de esas características supone una inversión de 150.000 euros y su mantenimiento anual asciende a 15.000 euros.
El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco sigue «comprometido» con la resolución de la problemática actual y «va a seguir trabajando en la resolución del problema puntual que existe en uno de los barrios de Durango». En este sentido, se seguirá midiendo a través de la unidad móvil la zona que está mostrando el problema para comprobar la «efectividad del plan de acción que está llevando a cabo la empresa y está siendo supervisado por este Departamento; y se continuará apoyando con subvenciones a las inversiones de mejora ambiental necesarias en la zona».
INFORME DEL GOBIERNO VASCO
Hay que destacar que desde 2015 se cumplen los niveles guía de la OMS y en el 2020 el valor medio alcanzado ha sido de 15 microgramos por metro cúbico (µg/m3), tendencia estos últimos años claramente a la baja. El valor de partículas PM10 en la estación de Durango está experimentando un descenso cuya tendencia alcanza los valores establecidos por la OMS este mismo año 2021 de 15 microgramos por metro cúbico (µg/m3).
La medición de PM2,5 se realiza desde 2014 y en comparación con otras estaciones de similares características no registra niveles superiores. De hecho, «la tendencia en Durango es a reducirse».
Respecto a la evolución del parámetro dióxido de nitrógeno (NO2) se aprecia que su nivel y su tendencia es como en otras estaciones urbanas de tamaño medio de Bizkaia, bastante mejor que en poblaciones de mayor tráfico.
Si en 2020 no mejoran los datos de contaminación, con el confinamiento que hemos sufrido, apaga y vámonos. Del benceno que viene de Iurreta no quieren hablar, no? No van a apuntar a un ayuntamiento de su cuerda.